A CERCA DE...
De la sugerente obra de esta madrileña (1979) no puede extraerse una idea única. Sus cuadros están abiertos a múltiples interpretaciones, de forma que dejan de pertenecerle a ella para convertirse en propiedad de quienes los contemplan, los comprenden, los penetran y los vislumbran hasta hacerlos suyos, atravesando el espejo de la representación para encontrarse ante una verdad siempre frágil que roza lo sublime. La pintura de Cristina Burgueño rezuma rebeldía, inconformismo y desobediencia para trasladar al espectador con claridad su intención de abandonar referencias externas. Desde la frontera de la transgresión, la artista pone en suspenso la subjetividad y suscita en quien contempla sus cuadros un abanico de interrogantes. Se podría decir que sus trazos, su arte, no tiene un destino fijo, no apunta a un progreso en el que al final encontraríamos el objeto más bello, no, sino la fusión de horizontes o la ilusión del mundo visto desde sus propios ojos y desde sus sentimientos, en una búsqueda personal en torno la materia. La artista nos regala una obra poética e íntima que presenta en series, principalmente orientadas a la búsqueda de los vínculos del ser humano con lo metafísico, con la tierra y consigo mismo. Juega con la verticalidad y horizontalidad de las telas y vinilos conjugando acuarela, acrílicos y pasteles. La presencia extenuante en sus lienzos o en sus tablas de los tonos rojos ilumina su interés por transmitir las emociones más primitivas: la vida, la muerte, la alegría y el dolor, el erotismo, la pasión, el fuego y la sangre. Cristina Burgueño dio los primeros pasos de su trayectoria artística en 1999 en Dublín, Irlanda, aunque sólo a partir de 2010 se lanza a hacerlo de forma permanente, impulsada por una necesidad de expresarse a través de las artes plásticas. Durante los primeros años experimentó las distintas técnicas y corrientes pictóricas. Cultivó el arte figurativo y el empleo variado de soportes y materiales en sus obras noveles para enfocar después su búsqueda de nuevos estilos en el ámbito del arte abstracto. De la mano del maestro Juan Carlos Sanz, del Círculo de Bellas Artes de Madrid, profundiza en el estudio y la práctica de las técnicas neoexpresionistas, de la abstracción y del colorismo pictórico. Su paso por estos talleres le permitió entrar en contacto con otros artistas interesados en el informalismo y en el expresionismo de mitad y finales de siglo XX y, como resultado, se sumó al núcleo de fundadores del Colectivo Pictor. En la actualidad es co-fundadora de Minotauro Azul, grupo internacional de artistas visuales. Ha expuesto en varias salas de exposiciones en España, Bruselas, México y Cuba así como en ferias de arte internacionales en Valencia, Málaga (Art Fair Málaga 2017). Austria (Salzburg International ArtFair) y Luxemburgo (Luxemborg Art Fair). Es diploma en Marketing, Relaciones Públicas, Publicidad y Ventas por el CMI de Irlanda. Está formada en Gestión de Proyectos y Espacios Culturales, Mercado del Arte y Arteterapia. Compagina su pasión por las artes plásticas con su carrera profesional en el campo de la comunicación. |